Corregimiento de Lorica

Como pensar que en un municipio del departamento de Córdoba como Lorica, la siembra de un palo de mango se convirtiera en el punto de partida para nombrar un corregimiento.  

En  la década de los 40 Abel Ávila, viaja de Palo de agua, para radicarse en el municipio de Lorica Córdoba, donde en este compró un terreno y lo primero que hizo fue sembrar un palo de mango, pero lo que nunca se imagino, fue que este árbol de colores vistosos y frutos dulces sería importante  para el pueblo.

Por tal motivo la historia del pueblo inicio con este palo de mango ya que a raíz de esto, este árbol se convirtió en un símbolo y en un icono para darle el nombre del corregimiento del Manguito.      

“Cuando muera el palo se le cambiara de nombre al pueblo” dice Luis Mórelo un anciano que a pesar de su edad se le nota en su rostro el aprecio que tiene por este símbolo  en una tarde soleada debajo del palo de mango en la plaza,  mientras tomaba un refresco.

Es satisfactorio ver como este corregimiento cada día se supera y crece, desde el día en que Abel Ávila sembró el árbol del mango.

El ex secretario de de educación de Lorica  y actual concejal del municipio de Moñitos Alberto Ávila Sánchez dice “Yo Salí en barias ocasiones con mis amigos Santiago, ule, Nacha, Cristina, Lila, Bernabé y otros mas que no recuerdo en el momento a tumbar mango”.

Hasta los mandatarios de este municipio recuerdan con agrado como eran sus tiempos de niños, donde la manera de diversión en ese entonces era  tumbar mangos y degustar de su delicioso  y jugoso sabor. 

El “palito” de mango ha germinado semillas y expandido frutos que circulan por todo el pueblo; hay mas de diez arboles hijo de este significativo tronco. Entre tantos personajes actuales de esta provincia se destacan  “el White Viches” y Rubén Anaya “zapato de teja” señalan que “han  abastecido sus hogares a través de la venta de mangos y han salido adelante”.

Sin embargo hijos,  nitos, sobrinos del señor Abel Ávila Vargas se reunieron de manera familiar debajo del palo de mango en la plaza para recordar viejos tiempos, y en el bullicio de la música, las risas y cuentos, se escucha la voz de Abel Ávila donde expresa  “Este palo se mochara cuando nazca mi primer tataranieto”.                           

Por: Alberto Mórelo Ávila